Ninguna causa está perdida mientras haya un insensato luchando por ella.

sábado, 4 de febrero de 2012

La distancia no es el olvido

Querría estrenarme en este blog con un tema que me afecta en primera persona. Intentare expresar lo que siento y lo que creo que siente las personas que se encuentran en mi situación.

El inicio de la universidad es una nueva etapa en la vida de todas las personas, y como nueva etapa, se descubren nuevos caminos. Algunos te mantienen en tu lugar de nacimiento y otros, te llevan lejos, más o menos, pero te separan de todas las cosas que conoces.

En ese momento tu interior se divide completamente.
Al desplazarte a una nueva ciudad conoces nuevos ambientes, a nuevas personas y nuevas experiencias, pero es imposible olvidar lo que has dejado en casa. Todas esas experiencias, todas aquellas personas que te han acompañado hasta ahora y a las que has tenido que dejar a un lado (nunca atrás) porque la vida te ha llevado a  otro lugar.

Durante los días o semanas que pasas si ellos piensas en que estarán haciendo, en que ojalá algunas cosas fuesen como antes... Y te das cuenta que han ocupado un espacio demasiado grande en tu corazón.

Días antes de volver a casa no paras de pensar en cuantas cosas tienes que contarles, en que te encantaría presentar les a tus nuevos amigos, en que te cuenten que hacen, como les va la vida. Piensas en recuperar el tiempo perdido.

Pero en el momento del reencuentro todo ese nerviosismo se desvanece. Habláis como si os hubieseis visto hace pocas horas, os reís de las mismas tonterías de siempre, contáis los mismos chistes y os reís de las mismas anécdotas de siempre.

Vuelve a ser como antes.
Y es en ese momento cuando te das cuenta de que todo no ha cambiado, de que ese espacio dentro de ti sigue ocupado. De que la distancia no es el olvido.
Doy gracias a Dios por todos esos momentos y por los que vendrán.

Gracias por estar aquí. A mi lado.

Y espero que sea para siempre.






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